Uno de los momentos en el que se mira con más detalle la gestión de un gobierno es su fase final, el último año de administración determina la conclusión de los planes del gobierno nacional, última parte de la era Duque se ha visto marcada por diferentes temas sociales y la lucha por recuperar la economía y desarrollar planes de financiación.
En este último aspecto, el gobierno ha trabajado para intentar aprobar una reforma tributario, un tema siempre delicado pero que adquiere especial sensibilidad cuando se plantea en un escenario de pandemia. La actual propuesta busca no tener el mismo destino que la anterior: tener que ser retirada.
Este fue el tema central de la entrevista realizada a Jenny Paola Danna-Buitrago, PhD en Ciencias Económicas y Directora de Investigaciones de la Fundación Universitaria Los Libertadores, quien ofreció su concepto a la Agencia Anadolu, la agencia de noticias más importante de Turquía, a continuación compartimos extractos de las partes más relevantes de la entrevista.
El nuevo proyecto tributario fue bautizado como Proyecto de Inversión Social (la anterior generó un amplio descontentó y causó movilizaciones en las calles) que según Duque, logrará “primero, atender a los más vulnerables, segundo, crecer económicamente para generar más y mejores empleos, y tercero, hacerlo con responsabilidad fiscal, sin tocar a los sectores más vulnerables ni a la clase media”.
Con esta nueva reforma se busca recaudar 15 billones que se usarán en parte para financiar los proyectos de subsidios, el proyecto anterior budcaba obtener 25 billones, además: “Continuar con Ingreso Solidario, una renta básica de emergencia, hasta diciembre del año 2022. Crear nuevos empleos para los jóvenes, subsidiando el equivalente al 25% de un salario mínimo por cada trabajo nuevo creado, para personas entre los 18 y 28 años”.
Como explica la economista Jenny Paola Danna-Buitrago, el rechazo a la antigua propuesta de reforma fue solo “la gota que derramó el vaso”, pues que hizo que los colombianos retomaran el paro nacional que había empezado en noviembre de 2019.
“Tampoco se puede atribuir a esa reforma tributaria que fue propuesta toda la responsabilidad de los eventos que recientemente vivimos en Colombia, porque todo esto surge de lo que ha pasado años atrás en nuestro país: décadas de pobreza, de corrupción, de conflicto armado, de desigualdades… Entonces esta reforma rechazada fue como el detonante”, explicó en entrevista con la Agencia Anadolu.
Danna-Buitrago aseguró que no fue el momento adecuado para anunciar una reforma como la que se planteó, teniendo en cuenta la crisis generada por la pandemia. Medidas como un aumento del IVA para diferentes bienes y servicios ampliamente usados por los colombianos, la ampliación de la base gravable del impuesto de renta y la facultad que se otorgaría a ciertas ciudades de instalar peajes dentro de su jurisdicción, o de modificar el impuesto vehicular según un factor de contaminación, entre otras, afectarían en su mayoría a las personas de clase media, que son las que componen en gran parte a la población colombiana.
“Es necesario que el Gobierno tenga un gasto público para cumplir con su misión de justicia social y que saque ese dinero de los impuestos y posiblemente de los préstamos. Sin embargo, aumentar los impuestos en un contexto de crisis fue poco pertinente porque muchos habían, por ejemplo, perdido su empleo, tenido que cerrar su empresa y llorado sus muertos, y de repente el Gobierno dice que: ‘vas a empezar a pagar más, por el internet de tu hijo para que pueda asistir a sus clases virtuales’”, expuso la experta.
El Proyecto de Inversión Social “tiene el potencial para favorecer la sostenibilidad de las finanzas públicas y por lo tanto se beneficia la estabilidad macroeconómica del país que, en teoría, beneficia a la producción de los diferentes sectores y debería impactar la distribución de los ingresos en la población, pero una reforma tributaria sola no puede responder a todas las problemáticas del pueblo colombiano.
Con respecto a la realidad que vive la economía colombiana en este momento, Danna-Buitrago explica que, aunque las cifras y las autoridades observen un crecimiento y una recuperación, la incertidumbre no permite asegurar con certeza que la economía mejorará porque en este contexto “cualquier cosa puede pasar”. Todo depende del avance de la pandemia y el crecimiento de las principales potencias, que podría alterar para bien o para mal el curso de la economía en el país sudamericano.
Puede ver la entrevista completa en este enlace.