Uriel Carreño, profesor de la Facultad de Ingeniería, publicó recientemente su artículo investigativo que concede un impacto positivo al medio ambiente.
Por: Liseth Velásquez
Desde el 2013, el profesor Uriel Fernando Carreño Sayago venía impulsando este proyecto, a partir de una conferencia a la que asistió y evocó curiosidad por una nueva alternativa para la descontaminación del agua. Recientemente publicó su artículo “Diseño y desarrollo de un biotratamiento de E. crassipes para la descontaminación de agua con cromo (VI)” en una de las revistas científicas más prestigiosas del mundo, el diario británico Nature, en su sección Scientific Reports” (Informes Científicos).
El artículo se refiere al tratamiento de aguas no convencionales para ayudar al medio ambiente a través de la extracción de biomasa de la planta acuática Eichhornia crassipes, conocida también como lirio acuático, flor de bora o buchón de agua, la cual abunda en los humedales de la Sabana de Bogotá. Explica el doctor Uriel: “Nosotros tomamos esa biomasa, la secamos, la trituramos y creamos una especie de filtro biológico”, donde se introduce el agua afectada por el cromo (un metal pesado altamente contaminante), el prototipo lo retiene y restaura el líquido.
El cromo es utilizado en las curtiembres (industrias que convierten los pellejos de animales a cuero), su aplicación se da en las pieles de animales para que los tintes se adhieran al material y, posteriormente, estas industrias vierten el químico al alcantarillado. Por lo tanto, la FULL decidió contactar algunas de estas empresas para generar convenios que permitan remediar estas aguas y tratarlas de una manera más económica y convencional.
Esta larga investigación de alrededor de cuatro años arribó al diario Nature, uno de los más importantes a nivel científico en el mundo y categorizado como Q1, gracias a la postulación que hizo el licenciado Uriel desde el mes de noviembre del 2020. Por la rigurosidad del diario británico, se trabajaron modificaciones una y otra vez, así como una ampliación de la capacidad del modelo, un análisis bioquímico y una profunda claridad de la planta autóctona de Centroamérica.
“¿Cómo usted va a tomar esos procedimientos en esa planta? No, eso es un suicidio ecológico”, fue uno de los comentarios que recibió el investigador, pero argumentó su respuesta: “No, porque, por ejemplo, en el humedal de Juan Amarillo en el año 2018 retiraron 30 toneladas y se desperdició esa biomasa, en todos los humedales se da esa limpieza” y por ende el mismo despilfarro de tan sustancial material.
El razonamiento expuesto hizo despertar la curiosidad en los británicos para brindarle la oportunidad a la Institución de presentar esta importante alternativa en el rescate del recurso hídrico en Colombia, que tiene muchos contaminantes como mercurio y años acumulados del impacto de las industrias del cuero. Obtener este descubrimiento no fue tarea fácil, pero el recorrido profesional y experiencia del profesor libertador le permitió efectuar el resultado.
Uriel Carreño es ingeniero de Producción de Biotecnología, tiene una Maestría en Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible y desde el 2012 pertenece a la Institución como investigador de la Facultad de Ingeniería, además es candidato a Doctor en Ciencias Ambientales y Sostenibilidad en la Universidad Jorge Tadeo Lozano. Enfatiza su gratitud con la FULL por el apoyo recibido en su Doctorado, en el tiempo y financiación de la elaboración de proyectos investigativos con impacto social como el que presenta ahora.
Sin embargo, no es el primer artículo que elabora, con este son más de 20 junto a la Institución. También ha participado de varios congresos nacionales e internacionales, ha desarrollado prototipos para el tratamiento de aguas y el año anterior lanzó su libro Buchón de agua: potencializador de la fitorremediación.
Recuerda que una conferencia de italianos lo marcó, menciona que ellos consideran al buchón de agua como ‘el Ferrari de la fitorremediación’ por su poderosa limpieza en las aguas contaminadas por metales pesados. Ese fue un punto trascendental para arrancar este proceso de exploración en las plantas, primero con la planta Oliva, con la cual ejerció procedimientos fisicoquímicos para luego anclar al Eichhornia crassipes, y creó ocho prototipos variados que permitieran tratar diferentes aguas. Actualmente espera escalar retos aún más grandes.