Felicitamos a Oriana Hannat Niño, estudiante de nuestro programa de Comunicación Social – Periodismo por ser ganadora en los premios Corte Final que organiza la Universidad Católica de Pereira. Fue reconocida en la categoría Producto Sonoro (crónica) con su trabajo ¿Cómo es la verdadera rumba en la famosa ‘Cuadra Picha’?
Los premios Corte Final reconocen la pasión, calidad y la dedicación de los trabajos que realizan los estudiantes universitarios de Comunicación Social o carreras afines. Estos galardones se realizan desde el año 2001, en está versión número 21 se presentaron más de 300 trabajos y proyectos que se postularon en las categorías de fotografía, digital, sonora, audiovisual y escrita.
Este año, nuestra estudiante Oriana Hannat ganó en la categoría Producto Sonoro (crónica) por su trabajo ¿Cómo es la verdadera rumba en la famosa ‘Cuadra Picha’?, una investigación que buscaba identificar los mitos, las creencias y la inseguridad que rodean esta conocida zona de Bogotá.
Oriana, quien cursando su segundo semestre se arriesgó a postularse, nos cuenta cómo surgió la idea de realizar esta crónica. «Todas las mañanas madrugo bastante para ir a la universidad, siempre debo pasar por la 1.ª de Mayo y al hacerlo uno ve muchísimas cosas: niñas tiradas en la calle con botellas de trago, gente saliendo de locales, otros dormidos en las estaciones, mujeres que salen de trabajar de los prostíbulos, peleas, y más cosas.
«Me pareció muy interesante contar una historia sobre ese lugar, intentar saber desde cuando se volvió tan peligroso, es un lugar en donde siempre hay muchos mitos. La gente habla de todas las cosas que suceden allí, que hay delitos muy fuertes, pero es poco la presencia de la policía y no hay tampoco muchas investigaciones. Han salido en noticias, pero no hay acciones» afirma Oriana.
Ella, recuerda que tan pronto le presentó su trabajo a un profesor, él le dijo es que era perfecta para presentarla en premios. «La crónica salió a finales de octubre y este año al ver la convocatoria le pregunté a Jaime si podía nominar mi trabajo, a él le gustó la idea y me ayudó en todo, a inscribirme, a conseguir los certificados de la universidad y a publicarla».
A pesar de que Oriana se postuló a inicios de febrero, y los ganadores se anunciaron el 12 de mayo, ella se enteró casi un mes después de los resultados de los premios.
«Cuando se dieron a conocer las nominaciones recibí muchos mensajes, eso me sorprendió mucho, personas tanto que conocía como otras que no me decían que les había gustado mucho», relata Oriana aún con asombro en su rostro. «Saber que les llegó a tantas personas me hace sentir orgullosa, porque para mí de eso trata el periodismo, poder llegar y transformar la vida de las personas, muchos no sabían sobre la historia de la 1.ª de Mayo».
En la crónica se hace un recuento de hechos históricos que contrastan con la dinámica y percepción actual de la zona.
«Cuando me enteré de que gané quedé en shock, había pasado un tiempo desde la postulación, la idea había salido de mi cabeza. Recuerdo mucho algo que me dijo la señora que me anunció que había ganado en una de las categorías: “Le ganaste a personas que están presentando trabajos de grado, tú eres la única que está iniciando la carrera”» dice Oriana con una gran sonrisa.
Asegura que el gran objetivo del periodismo es que este le sirva a la gente «debe ayudar a informar, pero también debe gustar. Para mí es un orgullo poder decir que gané este premio».
Reconoce que «los premios abren una gran posibilidad para que todos como estudiantes veamos el potencial que tenemos: participemos. Estos reconocimientos significan que se va por un buen camino».
También, cuenta que al conocerse las nominaciones recibió muchos mensajes, quedó muy sorprendida porque personas conocidos y extraños le decían que les había gustado mucho su trabajo.
«Saber que les llegó a tantas personas me hace sentir orgullosa, porque para mí de eso trata el periodismo, poder llegar y transformar la vida de las personas, muchos no sabían sobre la historia de la 1.ª de Mayo. Muchos la conocen tal y como está ahora».
A pesar de que Oriana explicaba que era un trabajo universitario, ella notaba que las personas tenían miedo de hablar. «Nos sentíamos vigiladas todo el tiempo. Al hablar con la gente sobre microtráfico, prostitución y temas parecidos nos decían que no se metían en eso porque no querían problemas. Se sentía la presión por simplemente querer conocer y relatar qué pasaba allá. Me contaron historias muy fuertes, pero que no salieron precisamente porque no querían tener problemas».
Cuando Oriana decidió hacer ese la crónica, ella trabajaba en un call center, debía dividir su tiempo entre contestar llamadas y editarla. Ella, relata que «muchas de las personas con las que trabaja conocían historias de la 1.ª de Mayo porque vivían por esa zona. Cuando estaba haciendo la producción mis compañeros alcanzaban a escuchar y me empezaban a dar testimonios, incluso uno terminó estando en la edición final».
Para ella, una de las cosas más importantes es esforzarse por lo que se desea. «A pesar de que uno siempre tiende a ser su mejor o peor crítico, lo importante es creer en uno, darse la oportunidad de hacer aquellas cosas que uno ama. Desde que tengo memoria he querido ser periodista y para eso me estoy esforzado. Uno tiene que amar las cosas para hacerlas con pasión, si uno no se apasiona no van a salir jamás, uno a través de ellas también busca la felicidad».
«En el poco tiempo que llevo de la carrera puedo decirles, a quienes estudian o quieren ser periodistas, que el periodismo tiene una vocación social, se trata de servir, uno es un puente informativo, uno es el medio en el que se transmiten las historias, mitos y verdades», reflexiona y termina diciendo que «Incluso, uno puede llegar a transformar el pensamiento de muchas personas, entonces, uno como periodista tiene que aprender a utilizar su voz de muy buena manera, hacerlo de forma consciente y objetiva, siempre pensar en la gente a la que le estamos hablando».