Nació en Bogotá el 19 de enero de 1985. Es coautora de Bitácora mundial Cuarentena 2020 de la editorial Sakura, en el cual participó con un relato llamado Héroe, homenaje a su padre, al personal de salud, pacientes y sus familiares que están luchando en tan compleja situación mundial.
También es coautora de Sol-Edades primera edición, publicado por la editorial Sakura, en el cual participó con un relato llamado Ausencia, homenaje a las mujeres diagnosticadas con endometriosis que son infértiles y a su tercer hijo que nunca va a llegar a ser. En la segunda edición de Sol-Edades participó con un relato llamado Nos vemos en la luna, homenaje a un hermoso un amor que ni la muerte pudo separar.
Natalia Galvis es abogada, egresada de la Fundación Universitaria Los Libertadores y Licenciada en Pedagogía Infantil de la Fundación Universitaria del Área Andina. Actualmente se desempeña como abogada de la Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas y abogada benefactora de la Asociación Colombiana de Endometriosis e Infertilidad (ASOCOEN), en donde también es paciente con endometriosis, enfermedad hereditaria diagnosticada aproximadamente a una de cada diez mujeres.
Durante varios años ha luchado junto con este grupo de mujeres por un diagnóstico temprano que permita un tratamiento médico digno, además de la garantía en los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres colombianas, motivo por el cual decidió de manera empírica iniciar con sus escritos acerca de la resiliencia en la mujer diagnosticada con una enfermedad que no tiene cura. La mayoría de estos relatos son basados en hechos de la vida cotidiana y tienen como finalidad ser la voz de aquellas mujeres con endometriosis que han sido vulneradas en sus derechos, para que la sociedad conozca más acerca de la enfermedad, dejen de ser vistas como una minoría y se investigue una posible cura: “No estaba preparada para ser diagnosticada, pero esta es la guerra que me tocó vivir, en la cual he ganado muchas batallas, sigo Vivi-Endo y mostrando al mundo que el tiempo de Dios es perfecto”.