Por Laura Rodríguez Villamil, Estudiante de Comunicación Social -Periodismo, integrante del Semillero Comunicación y Sostenibilidad, Pasante de Investigación del Proyecto Antea, Grupo Comunicación, Cultura y Tecnología
De repente, algunos de ustedes se habrán preguntado por qué razón a través del correo han recibido mensajes como: ¿Camibuso o planeta? -> Mejor observa y decide; ¿Chaqueta o planeta? -> Mejor observa y decide; o se han encontrado con imágenes con el mismo contenido a través de las redes sociales; pues bien, se trata de la campaña propuesta por Alejandra Cucaita, Camila Guzmán, Santiago Ramírez y Luigui García, estudiantes de Publicidad y Mercadeo, en el marco del proyecto de Investigación “Antea”, que busca determinar el papel que tiene la comunicación como factor que puede influir en comportamientos proambientales.
Así, “Moda: mejor observa y decide”, es el llamado que se hace para pensar el consumo relacionado con la moda y las prendas de vestir. Esta campaña fue planteada a partir de mensajes innovadores y creativos con estilo juvenil y vintage, para ser divulgados a través de medios digitales como Facebook, Instagram, correo electrónico, orientados principalmente a la comunidad libertadora con dos propósitos: informar respecto a las consecuencias del exceso de consumo de prendas de vestir y propiciar actitudes a favor del reciclaje, el reuso y el cuidado del planeta.
De esta manera, “Moda”, se constituye en una estrategia que busca, mediante la pregunta sobre qué escoges ¿moda o planeta?, ¿ropa o planeta?, proponernos una reflexión frente al uso que le damos a la ropa y el cuidado del planeta, poniendo estos aspectos como dilema que puede presentarse en el proceso de decisión de compra.
Si bien es conocido que la industria textil es uno de los sectores más importantes para el desarrollo económico de diferentes países, también se ha evidenciado que es de los que mayor contaminación genera. Según un artículo publicado por Marco Brañez Sánchez et al., (2018) en la Revista Campus, esta industria es la segunda de mayor nivel de contaminación después de la petrolera, y se calcula que para producir una prenda como un jean se requieren al menos 42 litros de agua. Por otra parte, diferentes estudios han mostrado el impacto de la producción textil en el ambiente; por ejemplo, una investigación realizada por Cortazar et al., (2010), encontró que los colorantes, frecuentemente usados en la industria textil, contienen cobre y este elemento presenta serias consecuencias en los cultivos vegetales, microorganismos y otros ecosistemas que se ven afectados por esta producción a gran escala; y aunque se avanza en diferentes métodos para el tratamiento de aguas residuales con colorantes, esto sigue siendo un reto para las industrias de este tipo.
Si bien el problema ambiental derivado de esta producción requiere soluciones desde diferentes disciplinas, es innegable que una producción de tal naturaleza depende en gran medida de las dinámicas de consumo. Es por ello, que de la decisión de comprar o no, se derivan una serie de implicaciones que van desde los procesos de producción hasta lo que hacemos cuando una prenda nos deja de gustar y es desechada.Por ello, con la campaña “Moda”, y las otras iniciativas de comunicación, se espera continuar impulsando en los próximos meses, alternativas frente al consumo de prendas de vestir, por ejemplo, lo que se puede hacer si se tiene ropa acumulada, dar un mayor uso a la ropa que se tiene en el ropero, o el inclinarse por lo que actualmente se conoce como “moda ecológica”.
Es innegable que el consumo de prendas de vestir está directamente relacionado con tendencias alrededor de la moda y, actualmente, el consumidor está involucrado con una serie de estrategias mercadológicas, que hacen que se reduzca el ciclo de vida de este tipo de productos y se perciban como obsoletos los que ya se poseen, esto es lo que se ha denominado fast fashion, es decir, moda rápida que, además de actualizarse muy rápidamente también se ofrece a precios bajos. Por ello, el evaluar una decisión de compra, en este caso, una camisa, una blusa, una chaqueta o unos zapatos, es tan importante como el hecho de considerar las consecuencias que esta producción tiene para el medio ambiente.
Por eso el proyecto “ANTEA”, actualmente integrado por profesores y estudiantes de los programas de Comunicación Social -Periodismo y Publicidad y Mercadeo, vinculado al Grupo de Investigación Comunicación, Cultura y Tecnología, propone este tipo de reflexiones, incentivando a que las personas piensen más allá de sus gustos o de la moda, en las consecuencias que tiene una decisión de compra. También desde el proyecto se invita a consumir de manera responsable prendas de vestir y, en lo posible, reducir este consumo; consumir ropa ecológica o derivada de procesos productivos menos contaminantes y más amigables con el ambiente (menos poliéster, menos tintes industriales); también fabricados en condiciones laborales dignas; adoptar nuevas formas de reuso de prendas de vestir; no desechar tan rápidamente las prendas que se encuentran en buen estado y, en lo posible, no seguir tendencias de moda y fortalecer el propio estilo.
“Moda”, es una de las primeras iniciativas de una serie de acciones comunicativas que esperamos desarrollar a lo largo de este año. Esperamos que desde donde estés, te unas a esta idea.
Referencias
Brañez S., M.; Gutiérrez, R.; Pérez, R., Uribe, C. y Valle, P. (2018). Contaminación de los ambientes acuáticos generados por la industria textil, Campus (26), 129-144. https://www.aulavirtualusmp.pe/ojs/index.php/rc/article/view/1369/1519
Cortazar, A., Coronel, C., Escalante, A., González, C. (2010). Contaminación generada por colorantes de la industria textil. Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo. https://www.uaeh.edu.mx/scige/boletin/prepa4/n3/e1.html