Daniel Espitia, periodista de la Dirección de Comunicaciones.
A pesar de las adversidades que genera la lucha contra el crimen, María Del Pilar es una abogada que desde la Fiscalía busca el bienestar social, es una mujer decidida que ha vencido grandes adversidades. Ha sido merecedora de la Cruz al Mérito y varias menciones honoríficas.
María del Pilar es abogada de La Fundación Universitaria Los Libertadores, es técnica profesional en Comercio Internacional y Legislación Aduanera, está por terminar la especialización en Derecho Aduanero y Comercio Exterior.
¿Qué ha significado para ti ser abogada?
Para mí ser abogada significa mucho más que ejercer una profesión, me apasiona cada caso, me gusta estudiar y conocer el derecho, estoy convencida que desde mi labor aportó a la convivencia, a la libertad, a la justicia, y en especial, a la parte social.
Yo quedé viuda a los 23 años y con 2 hijos, mi esposo también trabajaba en el DAS, él era detective, yo era Oficial de Inteligencia, lo asesinaron mientras estaba escoltando. Yo en ese momento sólo era bachiller, solo tenía el deseo de superarme para darle mejores cosas a mis hijos. Afortunadamente tenía mi empleo para poder sostener a mis hijos, otras familias no tienen esa oportunidad.
En ese momento fue muy fuerte, tenía que decidir si continuaba o no, tener el miedo si me pasaba algo también a mí, al final fue más fuerte la voluntad de querer salir adelante para darle un mejor futuro a mis hijos. A pesar de todo, amo ser abogada, por medio de mi profesión puedo ayudar a muchas personas y por qué no, protegerlas de ciertas actividades y personas.
¿Cómo ves el sistema de Justicia en Colombia?
La corrupción, la violencia y la crisis de los derechos humanos son los protagonistas en el sistema de justicia, la veo un poco endeble, se necesita capacitar más tanto a jueces, fiscales y a nosotros, la policía judicial en ética y conducta judiciales.
A veces no se toman decisiones o avanzan en investigaciones porque se puede ver afectado mi amigo o el amigo de alguien cercano. Es fundamental que un abogado, especialmente alguien que trabaja en la Fiscalía o entidades similares, siempre actúen con ética y transparencia.
¿Cuál ha sido la mujer que más te ha inspirado, personal y profesionalmente?
La mujer que me inspira, mi mamá, en el campo personal es ella. Mis papás eran campesinos, mi mamá todavía vive, mi papá desafortunadamente no. Ella siempre nos aconsejaba que debíamos estudiar para seguir adelante.
En lo profesional me ha inspirado una abogada de Uganda, Florence Ndagire, ella es una abogada con discapacidad visual, trabaja con la ONU y representa buena parte de las mujeres en África. A pesar de todas las barreras ha llegado a donde está, ella es mi ejemplo y me inspira a seguir adelante.
María del Pilar ha sido merecedora de la Cruz del Mérito, una condecoración dada a quien sobresale en la lucha contra el delito y se destaca por actos extraordinarios del servicio. Su inició fue en DAS, en la oficina de la Interpol, en palabras de ella, “allí el trabajo era pesado, se logró realizar objetivos muy difíciles”.
¿Cuáles consideras que han sido las claves de tu éxito?
La clave de mi éxito ha sido la perseverancia, ser firme y constante en mis decisiones, tengo la berraquera para hacer las cosas. Tengo tenacidad y los objetivos que me fijo los cumplo, puede que me demore pero los cumplo.
Un mensaje para todas las mujeres para que lo recuerden siempre
Luchar arduamente para que las ilusiones se conviertan en realidad. No tener miedo y no quejarse de las mala experiencias, a veces nos pasan cosas horribles, pero somos capaces de mantenernos firmes y seguir adelante.
¿Cómo recuerdas tu paso por Los Libertadores?
Recuerdo a Los Libertadores como mi casa, varios de los profesores fueron amigos míos en mi trabajo. Estudié cuando estaba el Doctor Jaime Betancour -nuestro auditorio en el Edificio Bolívar lleva su nombre como homenaje a su gran labor-, él siempre pasaba por los salones y nos daba ánimos para estudiar. En ese tiempo me cambiaron de ciudad por mi trabajo, mis hijos empezaron a estudiar en la universidad, me tocaba estudiar un semestre y aplazar otro, pero a pesar de todo me pude graduar como abogada.
Lo que aprendí en Los Libertadores lo he aplicado tanto en mi parte personal como en mi trabajo, me siento orgullosa de ser egresada de allá.