Amante de conocer nuevos destinos y territorios, salsero, así se describe John Ramos, profesional del programa de Administración Turística y Hotelera que desde hace 20 años trabaja para integrar el turismo, la biodiversidad, los territorios y a sus comunidades de manera integral y responsable.
«Estoy orgullo de decir que soy un guía profesional, mi camino en este basto y apasionante mundo del turismo comenzó en el SENA, hice mis prácticas en el Instituto Distrital de Cultura y Turismo, eso me ayudó mucho a conocer las dinámicas del sector. Después, entré a Los Libertadores, me inscribí al programa de Administración de Hotelería y Turismo», recuerda John, un hombre que cree firmemente que la explorar, reconocimiento y visibilización de territorios ayudan al desarrollo de la región.
Actualmente, es director de Calidad y Desarrollo Sostenible del Viceministerio de Turismo, desde allí, tiene la misión titánica de ayudar a definir las políticas de turismo para el país de los próximos 4 años.
«Desde este viceministerio tenemos unas metas muy ambicionas: apostarle a un turismo más inclusivo, esto implica mejores las condiciones para trabajar; visibilizar y fortalecer nuevos territorios turísticos, que las zonas en donde hubo conflicto armado o estaban aisladas por la infraestructura aprovechen más su potencial y se conviertan en un fuerza económica importante; turismo para la transición económica y preservación, el turismo sostenible, la sostenibilidad y adaptación al cambio climático; por último, un turismo para la vida, es decir, cómo le apuesta a que las diferentes comunidades ven en el turismo una oportunidad de desarrollo social», explicó John.
Él, recuerda con cariño su paso por la institución, «en Los Libertadores conocí a grandes amigos y colegas con los que todavía me encuentro en eventos, con ellos puedo compartir esta pasión por el turismo. Junto con 7 compañeros tuvimos la oportunidad de estudiar en el exterior, fuimos la primera promoción que hizo intercambio en México, estuvimos en la Universidad de Puebla por tres meses, allí hicimos un curso de verano. Ese tipo de experiencias parecen ser solo viajes, pero realmente no, son oportunidades que se dieron y permitieron abrir el espectro profesional y desarrollarse en ciertas ramas de la carrera».
Para John, -y para muchos egresados de Administración Turística y Hotelera-, uno de los puntos fuertes del programa es que «siempre se apunta al sector real, los semilleros y los convenios ayudan a que se conozcan las verdaderas problemáticas y situaciones que se dan en el sector. Otro gran punto es que en Los Libertadores no se limita a enseñar sobre servicios turísticos, sino le apunta más al desarrollo turístico como tal, eso hace que Los Libertadores sea una de las instituciones con más recorrido y experiencia en la formación de profesionales del sector turístico. En mis 20 años en este mundo laboral siempre me encuentro a otros egresados en puestos relevantes del sector, nos hemos posicionado bien. Eso se lo atribuyo a la dedicación del cuerpo docente en nuestra formación integral, estamos siempre muy agradecidos con ellos».
«Además, el Sello Libertador está muy asociado a promover la vida digna, es trabajar para promover una mejor calidad de vida, así ayudar a que la vida en los territorios se dignifique cada vez más, es pensar que los animales necesitan protección y no pueden ni deben ser maltratados por el turismo».
Por último, John aconseja que «es importante ser un apasionado por el turismo, eso facilitará el relacionamiento con otras personas, sus ganas de aprender y hacer su trabajo; la disciplina y la actualización de los conocimientos, el turismo cambia velozmente, el que tenemos hoy no es el mismo que el de hace unos años; alinear su proyecto de vida con el profesional».