La alcaldía de Bogotá realizó una feria de servicios en la UPZ Las Margaritas de la localidad de Kennedy, un sector habitado por excombatientes y víctimas del conflicto armado colombiano. La iniciativa, que ofreció asistencia en temas de vivienda, empleo, educación, salud y reintegración, fue acompañada por el consultorio móvil de la Institución.
A continuación, presentamos tres historias de personas beneficiadas por la brigada jurídica de Los Libertadores y la alcaldía local, en ese sector de la ciudad.
La líder comunitaria
María Fernanda García es desplazada por la violencia, tuvo que salir hace 17 años del municipio de Purificación, Tolima, por amenazas contra su vida. Actualmente vive en el barrio Las Margaritas de la capital y es una de las cabezas más importantes de esa comunidad.
“Hemos tenido problemas de convivencia, se presentan peleas y hay mucha inseguridad (…) Además, hay conflictos entre los propietarios del conjunto de viviendas del sector”, afirma la líder.
Sin embargo, gracias a la intervención de la alcaldía y la Institución, María Fernanda recibió asesoría en temas de jurídicos y de convivencia. “La actividad fue muy importante porque pudimos contar todo lo que está sucediendo en el sector, vamos a recibir capacitación en diferentes temas para poder vivir en paz. Es muy bueno que nos visiten y nos ayuden, necesitamos de personas jóvenes como ustedes”, aseguró.
La lucha de una madre
Una moto, a la una de la mañana, sacó a Otilia Salcedo del municipio de San Antonio, Tolima, después de que recibiera amenazas contra su vida. Llegó a la capital del país en el año 2004, fecha desde la cual ha recibido diferentes ayudas del Gobierno Nacional. Sin embargo, hoy en día, vive una difícil situación económica, además tiene cinco hijos uno de ellos con discapacidad cognitiva.
“Vine al bus de Los Libertadores para recibir una asesoría sobre una demanda de alimentos que le interpuse a mi marido hace años (…) Es muy valiosa la labor que ustedes hacen, porque es una asesoría que prácticamente llega a la puerta de la casa”, afirmó.
Un padre de familia
Cuando Carlos Gilberto Muñoz fue demando por asistencia alimentaria, no supo cómo asumir la situación. Vivía con sus hijos pero su expareja había interpuesto esa querella por su niño más pequeño. Este hombre, desplazado por la violencia del departamento del Caquetá, recibió ayuda del consultorio móvil de la Institución.
“Vine a consultar mi caso, es una conciliación. Voy a asumir mis responsabilidades, como se debe. (…) Me parece una ventaja muy grande el bus de Los Libertadores porque es prácticamente a domicilio, muchas veces por temas de trabajo o de tiempo, es difícil tener asesoría”, puntualizó.
