Por: Dirección de investigaciones
Como consecuencia de la epidemia de coronavirus (COVID-19), la información se ha multiplicado por los diferentes medios de comunicación y las redes sociales. Por estos días, nos vemos expuestos a multiplicidad de mensajes, muchos de ellos, no necesariamente de fuentes confiables. Frente a esta circunstancia, el doctor Javier Africano, experto en enfermedades infecciosas y riesgo biológico, nos aclara algunas dudas sobre la epidemia y comparte recomendaciones para nuestra comunidad libertadora y el cuidado en general.
A la fecha (24/03/2020) se reportan 392,780 personas infectadas, más de 102,000 recuperadas y 169 países con el virus (Johns Hopkins University, CSSE) ¿Qué es lo que hace que el coronavirus (COVID-19) se disemine rápidamente?
J. Africano: Este virus por su fácil contagiosidad ha generado su diseminación a nivel mundial. Es un virus que se transmite por gotitas respiratorias y fómites, lo que hace que si no se implementa adecuadamente medidas de prevención (uso de tapabocas para las personas con síntomas respiratorios, evitar el contacto físico con otras personas y lavado de manos), será difícil de contener.
¿Qué papel tiene la ciencia frente a la situación de pandemia y cuáles son los principales desafíos?
J. Africano: La ciencia es importante, ya que en ella se enfoca la posibilidad de desarrollar medicamentos que logren evitar las complicaciones o cómo manejarlas de una manera directa, para con ello disminuir la mortalidad; primordialmente en las poblaciones de mayor riesgo (Inmunocomprometidos, pacientes con enfermedades crónicas y pacientes mayores de 65años). Se está estudiando la efectividad de medicamentos ya conocidos en la patogenia (causas y desarrollo de la enfermedad), como lo son la cloroquina y los inhibidores de la proteasa (antirretrovirales), en los cuales hay estudios prometedores. Así mismo, ante haber tenido dos epidemias por coronavirus previamente SARS (2002-2003) y MERS (2012), y la actual pandemia por el COVID-19, se vienen adelantando investigaciones para el desarrollo de una vacuna contra este tipo de virus de manera prioritaria.
¿Qué lecciones han dejado situaciones similares en el pasado que permitan hacerle frente a este fenómeno de escala mundial?
J. Africano: Las antiguas epidemias por SARS y MERS nos demostraron que, realizando un lavado de manos constante y adecuado, asociado a uso de medidas de control de dispersión de gotitas respiratorias, es posible disminuir la transmisión de estos virus en un 50%, por lo cual el pilar para la fase de contención de la pandemia es la concientización en la utilización de estas medidas. Si todos ponemos nuestro aporte se limitará la expansión del virus.
En su criterio, ¿cómo debe ser manejada esta información a través de los medios de comunicación? Y ¿qué rol debe asumir la comunicación en estos casos?
J. Africano: La información debe ir en caminada a controlar el pánico y no a propiciarlo. La función de los medios de comunicación es no solo informar, sino educar, ya que, si se logra esto, es posible incentivar el uso de las medidas, evitar la saturación de los servicios de urgencias y una mayor diseminación del virus. Por ende, el rol de los medios de comunicación es fundamental para control del miedo, la educación de la población y la información de las políticas mundiales y nacionales que se implemente con el fin de mitigar la pandemia.
Además, de todo esto ¿Cuál sería su recomendación?
J. Africano: El primer mensaje es evitar las falsas noticias en páginas y personas que no tienen el conocimiento médico o en salud para hablar de estos temas, ya que esto lleva a desinformación y confusión. Siempre verificar la información con personal o instituciones de reconocimiento mundial o nacional en el asesoramiento de temas en salud pública. Tener muy en cuenta los medios de comunicación del Ministerio de Salud y la Secretaría de Salud, ya que aquí se da información para la atención medica domiciliaria, realización de la prueba de diagnóstico confirmatorio y conocer en qué casos debe acercarse al servicio de urgencias, para como he referido previamente evitar propiciar pánico y saturación del servicio de urgencias en vano, porque cabe recalcar que no es un virus mortal, aproximadamente el 80% de las personas van a tener síntomas leves y que deben manejarse con aislamiento, el 20% van a requerir atención hospitalaria de los cuales 10 % requerirán manejo en Unidad de Cuidados Intensivos y solo el 3-5% van a morir. No es relajarnos, pero tampoco generar histeria colectiva, ya que lo que más lleva a catástrofes es la desinformación.
Así las cosas, la recomendación no solo está en atender el llamado de las autoridades al autocuidado y cuidado colectivo, sino también a informarnos adecuadamente sobre la situación y evitar caer en pánico, pues el miedo es peor que la propia enfermedad.