Eran las 8:00 a. m. de la mañana del 4 de octubre. Las paredes de Los Libertadores estaban decoradas con afiches sobre el espacio. Un gran DOMO ocupaba gran parte de la Plazoleta de la Sede Bolívar. El ambiente nos invitaba a vivir una experiencia diferente, quizás de otro mundo. A lo lejos, una figura poco común en nuestra Institución se asomaba por la entrada principal: era un astronauta cuya presencia nos confirmó que la Semana Mundial del Espacio iniciaba.
Detrás de unos lentes brillantes y un casco blanco, estaba un gran soñador, quien a los cinco años empezó a leer sobre temas relacionados con el espacio gracias al apoyo de sus padres. Ellos descubrieron en su hijo un interés especial por las estrellas. Cuando este pequeño cumplió los 12 años, recibió como regalo un telescopio y así, poco a poco, comenzó a soñar con los astros.
“El respaldo de los padres es fundamental. Mi papá fue quien se interesó por los regalos alusivos al tema; los padres juegan un papel primordial”, afirmó Cristhian Timoté, docente del programa de Ingeniería Aeronáutica de Los Libertadores y parte del equipo organizador de la Semana Mundial del Espacio, que recibió la responsabilidad de coordinar este evento a nivel nacional a partir de este año, por parte de la Asociación de la Semana Mundial del Espacio, encargada de esta celebración a nivel global.
Cristhian en una charla dentro de la Semana Mundial del Espacio.
“El respaldo de la familia es necesario para orientar tus sueños, pero cuando creces necesitas, además, otro tipo de ayuda y son los profesores”, comentó Timoté. “Mis profesores de Los Libertadores y los de mi maestría que la cursé en Francia, en la Escuela Nacional Superior de la Aeronáutica y del Espacio (SUPAERO), junto con la Escuela Nacional de Aviación Civil, han aportado sustancialmente a forjar en mí esta pasión por el espacio. Descubrí con ellos que entre más conocimiento y sabiduría adquieren, aumenta su humildad y sencillez. Eso debería ser proporcional”, añadió.
Ese apoyo de los padres, al cual se refiere Timoté, lo acompaña hasta ahora, cuando sus sueños traspasan los cuentos infantiles y las horas de juego, pues su mamá fue quien diseñó y confeccionó el traje de astronauta que utilizó Cristhian en la ceremonia de inauguración de la Semana Mundial del Espacio.
«Siempre quise ser un astronauta: primero soñé con ser piloto, pero por problemas visuales no lo pude hacer, sin embargo, el estudio siempre me respaldó. Ahora sueño con ser doctor en Ciencias del Espacio, con tener un grupo de astronomía alrededor del mundo, en el cual la amistad sea una constante. Si algún día se presenta la oportunidad de ir al espacio sin retorno, yo soy el primero en apuntarme”, relató Timoté, cuyos sueños aún siguen vivos.
Propulsando los sueños de los estudiantes
Timoté con parte del equipo organizador
Timoté es enfático al creer que él tiene el compromiso y la responsabilidad de motivar e impulsar a sus estudiantes como lo hicieron sus profesores. “Creo que con este tipo de espacios lo puedo lograr”, explicó al referirse a la Semana Mundial del Espacio, organizada junto a los docentes Jaime Enrique Orduit e Iván Felipe Rodríguez de Ingeniería Aeronáutica. También comentó que los egresados Daniel Fernando Cantor, Jonathan Estiven Vargas, Juan Carlos Gamba y Camilo Andrés Reyes -quien se encargó del SpaceUp- aportaron sustancialmente en la logística de este evento, que impactó positivamente en la Institución, pues la posicionó como un centro de educación superior líder en eventos que promueven el estudio de las Ciencias del Espacio.
Cristhian y Oscar Martínez, director de Ingeniería Aeronáutica
“De ahí en adelante se desprenden cientos de palabras de gratitud a las personas que colaboraron como los voluntarios de Los Libertadores, que dejaron a un lado su tiempo libre para apoyarnos en la logística y coordinación de la Semana Mundial”. La mayoría de los voluntarios que participaron fueron de la Facultad de Ingeniería, pero hubo apoyo de otros programas como el de Comunicación Social y Diseño Gráfico. También fue importante el apoyo del director del programa, Óscar Martínez, y la decanatura para la realización de este exitoso evento, que posicionó a la Institución y, sobre todo, motivó los sueños de la juventud que asistió.
“Todos estamos hechos del mismo polvo de estrellas y es cierto. Todos estamos hechos de lo mismo, todos nos reciclamos y pertenecemos a algo más grande, ese llamado está allá afuera. Cada vez que veo las estrellas, siento un llamado”, concluyó nuestro entusiasta docente.
