Dentro de la formación integral de Los Libertadores, el espíritu emprendedor es uno de los pilares fundamentales. Esto gracias a las distintas herramientas que el Centro de Emprendimiento y Empresarismo de la Institución ha diseñado para este fin. Dentro de esta lógica, se inscriben las Charlas E, conversatorios que empresarios de múltiples sectores hablan con nuestra comunidad sobre sus experiencias de innovación e independencia económica.
En esta oportunidad, más de 30 empresarios, entre estudiantes, egresados y externos, compartieron sus vivencias con temas como la acción estratégica, la planeación, el mercadeo digital, la gestión del conocimiento, la economía naranja, el análisis del consumidor, entre otros.
Juan Carlos Rodríguez, gerente de Marketing y Medios consultoría, explicó a los asistentes que todo proyecto emprendedor debe conocer a su consumidor, que ahora se mueve en el mundo digital, y tener comportamientos decisivos al momento de comunicar y vender un producto o servicio.
“Yo analizo al consumidor desde sus emociones. El consumidor tiene frustraciones, complejos, aspiraciones, sueños y deseos. Cuando se entiende el fondo del corazón del consumidor, es cuando se empiezan a desarrollar productos que les toque las fibras, pero para eso, debemos entenderlo”, explicó Rodríguez e enfatizó la importancia de investigar el mercado para este objetivo.
Luis Alberto Gutiérrez, Fundación la Fuerza de las Palabras
Entre muchos emprendedores destacados, Charlas E invitó a uno que demostró cómo enlazar la idea de empresa a la solución de una necesidad social, aportando al desarrollo de la comunidad. Este fue Luis Alberto Gutiérrez, creador de la Fundación la Fuerza de las Palabras y conocido como ‘El Señor de los Libros’. “Cuando era pequeño, mi madre nos leía mucho. Cuando crecí, manejaba un camión de basura y un día me encontré con uno de los regalos más grande del universo: un libro. Desde ese día comencé a reciclarlos, a llevarlos a la casa. Después monté una biblioteca y el proyecto creció. Hoy puedo decir que hemos llegado a más de 450 lugares en todo el país repartiendo libros. Tengo una biblioteca móvil y un lote donde sueño hacer una fábrica de bibliotecas, un banco de libros y un taller de diseño, donde podamos hacer estantería y mesas para llenar el país de bibliotecas”.
Por otra parte, Charlas E también habló de la planeación, fundamento para todo proyecto emprendedor. Gloria Valderrama, gerente general de Alineamiento, reiteró la importancia de esta fase del proceso: “Los emprendedores deben pensar que todo se puede lograr, deben soñar en grande. Todo se puede hacer con un plan, tomar acciones con metas alcanzables y medibles, porque se debe monitorear el avance del proyecto”. Gloria animó a los jóvenes a emprender, sobre todo antes de asumir grandes responsabilidades como una familia, debido a que el emprendimiento trae equivocaciones que se pueden sortear cuando los riesgos son menores.
Camilo Mojica, invitado en Charlas E
Los casos expuestos mostraron cómo es posible hacer negocios a partir de ideas que son, para muchos, descartables. Por ejemplo, Camilo Mojica y William Vargas de Klein industrias se dedican al moldeamiento de plastilina a nivel profesional. Según muchas personas, su propuesta no tenía campo de acción, aunque gracias a su desarrollo, han podido generar una alternativa de trabajo para quienes tienen habilidades en el manejo de la plastilina.
“Hacemos comerciales, cortometrajes y proyectos académicos basados en el moldeamiento de la plastilina. Teníamos un sello y eso nos permitió aportarle a la sociedad, a través de las habilidades que teníamos. Lo más importante es creer en lo que se está haciendo. En nuestro caso, pensar en una empresa que trabaje con plastilina es difícil, pero nuestro claro norte nos llevó a dónde estamos”, explicaron Mojica y Vargas. Además, han complementado su labor con el proyecto social La Casa de la Plastilina, que hace terapias a niños y adultos con el manejo de la plastilina.
Por su parte, Juan Sebastián Velandia, emprendedor de Flotconex Colombia S.A.S., aseguró que la inniciativa que creó con su equipo nació de una necesidad existente. Esta compañía se dedica a dar soluciones tecnológicas para el transporte de petroleo y gas en el país.
“Estudié ingeniería y negocios internacionales. Al salir, el mundo laboral me recibió con dos preguntas: ‘¿qué especialización tiene y cuántos años de experiencia?’. Si no tienes eso, los trasnochos de la universidad se convierten en un millón de pesos que realmente no equivalen a lo que estudiaste”, argumentó Velandia. Según dijo, las pequeñas y medianas empresas conforman el 87 % del empleo en Colombia y, en realidad, cada persona es quien puede saber cuánto vale su trabajo y su tiempo. De ahí, la importancia del emprendimiento.
Juan Sebastián Velandia, Flotconex Colombia S.A.S.
En cada una de las jornadas, los asistentes y conferencistas aportaron algunas definiciones acerca del emprendimiento que aportan nuevas perspectivas para entender esta vocación. Para ellos, el emprendimiento
“Es como cuidar un ser vivo que necesita comer, respirar, ambiente adecuado y usted debe ser el garante de esas condiciones. Su idea necesita venderse si su idea es buena y tiene capital, pero si no se sabe vender nunca saldrá de la bodega y muere”. Juan Sebastián Velandia de Flotconex.
“Es esa capacidad de olfato del mercado para detectar de manera muy clara las necesidades de los clientes para generar un valor y productos que generen un valor para el mercado. El emprendedor va un paso más allá en el desarrollo de nuevas ideas de negocio”. Juan Carlos Rodríguez de Marketing y Medios.