El estudiante de Los Libertadores, que hace tres años realizó una pasantía en el Centro de Investigaciones Ames de la Nasa, viajará el próximo 26 de abril al desierto de Utah, Estados Unidos, como parte de la misión 180 de The Mars Society, una organización encargada de hacer simulacros sobre las condiciones de vida en el planeta Marte.
Camilo Andrés Reyes tenía 7 años cuando vio por primera vez un astronauta por televisión, se trataba de la preparación y el despegue de un transbordador espacial. La escena le pareció tan poderosa que no sólo lo marcaría para siempre, también sería una señal del destino. Vivía por aquel entonces con su mamá, en el municipio de Girón, en Santander, de donde es oriundo.
De niño, los números no eran su fuerte y en el colegio sus compañeros lo calificaban de charlatán, pero cierta vez, una profesora le dijo que las matemáticas eran la clave para ir al espacio. “Sin aritmética ningún hombre hubiera caminado en la luna”, sentenció la maestra. A partir de ese momento, las operaciones numéricas fueron su obsesión y, a fuerza de empeño, se volvió diestro en esa materia.
Como hablaba mucho en clase, sus profesores se enfadaban constantemente, excepto uno, Eduardo, quien por el contrario lo animaba a participar y pensar diferente. “Él me enseñó a amar la ciencia. Es increíble, un docente comprometido puede darle suficiente motivación a un estudiante para cambiarle la vida”, cuenta el santandereano.
Su paso por el bachillerato en el Colegio San Juan de Girón estuvo lleno de logros académicos, cuyo único propósito siempre fue el de hacer sentir orgullosa a su madre, la persona que lo sacó adelante sola y a pesar de las dificultades.
Aunque quería estudiar Ingeniería Aeroespacial, esa carrera no se ofrecía en el país por aquella época, así que la Ingeniería Mecánica fue su siguiente opción y, después de hacer algunos semestres en otra institución, escogió a la Fundación Universitaria Los Libertadores como su casa de estudios por “su enfoque aeronáutico y aeroespacial”.
En Los Libertadores, Camilo ha tenido la oportunidad de viajar y liderar diferentes proyectos. Estuvo en Argentina como parte del Congreso de Juventudes Científicas y realizó una visita técnica en el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales de Brasil.
El año pasado, el santandereano fue becado por las Naciones Unidas para ir al Congreso de Aeronáutica en México y viajó a Israel para realizar el curso en Estudios Espaciales de la Universidad Internacional del Espacio. Además, dentro de su labor académica, ha visitado Chile, Estados Unidos, Holanda, Austria, Eslovaquia y España.
Su nuevo reto es la misión 180 de The Mars Society, una iniciativa en la que experimentará las condiciones atmosféricas de Marte a través de un simulacro en el desierto de Utha, Estados Unidos, durante dos semanas. En ese tiempo, Reyes también probará dos proyectos de su autoría; el primero es un dispositivo para capturar partículas biológicas en el aire, el otro, busca estudiar la posibilidad de cultivar uchuvas en el planeta rojo.
Actualmente, Camilo hace su pasantía en el Departamento de Asuntos Espaciales de la Fuerza Aérea Colombiana y espera graduarse como ingeniero mecánico de Los Libertadores a finales de este año. El estudiante señala que aunque le encantaría trabajar directamente con la Nasa, su verdadero propósito consiste en seguir estudiando para consolidar un programa espacial en Colombia. “Los límites están en la cabeza, cuando uno tiene un sueño, el espacio es la única frontera”, afirma.