El auditorio Jaime Betancur de Los Libertadores se llenó en menos de una hora. La expectativa era grande. Una invitación convocó a más de 150 personas a asistir a una charla que prometía resolver la duda cómo hacer tangible lo intangible.
Un video sobre la historia de una niña motivada por el amor, abrió el evento. La historia contada en el audiovisual provocó que más de un asistente se llevara la mano a sus ojos para retener las inevitables lágrimas.
Esa era la historia de la pequeña Manuela Aragón, más conocida como Lela, quien después de enterarse de la enfermedad de su compañero de pupitre Juan Sebastián García, conoció la verdadera fuerza del amor.
En menos de seis meses Lela le brindó a su amigo Juan Se, como le dicen cariñosamente, las mejores herramientas para luchar contra esta enfermedad. Movilizó a más de 100 personalidades públicas de nuestro país para que enviaran un saludo de ánimo a su amigo que luchaba contra el cáncer.
Lela, en su conferencia le habló a más de 300 personas en los dos encuentros con la Comunidad Libertadora
Durante una hora y media, Lela compartió el aprendizaje de su experiencia sin dejar de sonreír. Su mensaje se fundamentó en la fuerza del amor y el poder que tiene para lograr las cosas porque, según ella, no hay nada imposible. “ si los adultos y estudiantes aprenden a vivir a través del amor pueden lograr cosas muy chéveres porque vamos a tener más personas a las que les llegan mejores cosas y así tendremos mejores cosas en el mundo” dijo.
Lela concluyó su charla con el mensaje que ha viajado a todos los rincones donde su espíritu de servicio la ha llevado: si los adultos de hoy hubieran sido educados en valores, viviríamos en paz, actuaríamos con rectitud, hablaríamos con la verdad, trabajaríamos en equipo y tendríamos la certeza que no hay herramienta más poderosa que el amor”.
