Aunque muchos no lo crean, la tecnología no es sólo cuestión de los más recientes años. Y su desarrollo se debe en buena parte a los avances en matemáticas que durante varios siglos se presentaron. Por esto el ábaco, un instrumento que permite hacer operaciones matemáticas simples, con un bastidor que sostiene diez cuerdas y en cada cuerda hay diez bolas, es un elemento fundamental para empezar a hablar de la historia de la computación.
El ingeniero Alfredo Amore Pardo, director de la Fundación Jorge Reynolds, y fundador del Museo Nacional de Informática, invitado a Los Libertadores por el programa de Ingeniería de Sistemas, señaló que desde remotas épocas la comunicación ha sido digital. Sin embargo, pasaron más de 15 siglos en que ninguna de las culturas milenarias más poderosas “no inventaron nada, no hubo una máquina nueva”.
Posterior a esta etapa, se iniciaron las más importantes creaciones de máquinas que permitían hacer operaciones matemáticas simples, que van desde el año 1600 hasta aproximadamente 1920. Pero solo hasta el siglo pasado, se lograron avances relevantes que permitieron difundir estas tecnologías a escala, hasta nuestros días.
“El manejo de la información lo es todo, en cualquier carrera, aviación, medicina, bellas artes y por supuesto en ingeniería de sistemas. La información es la clave, y lo que tenemos es que usar los conocimientos que nos da la facultad para manejarla, mejor y responsablemente” señaló Amore a los estudiantes presentes.
El Dr. Amore explicó la creación del computador y cómo pasó de sólo realizar las cinco operaciones matemáticas básicas, a poder almacenar todo tipo de archivos, y de la entrada al mundo de los celulares inteligentes, que permiten tener el mundo a la mano.
En la charla participaron más de 100 estudiantes de forma presencial de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Básicas El experto, invitó a los estudiantes a aprovechar el conocimiento de la academia para darle buen uso y crear nuevas tecnologías o aprovechar sus desarrollos para crear nuevos productos.
Con una invitación a los estudiantes para crear proyectos innovadores alrededor de la tecnología, el ingeniero Alfredo Amore Pardo, director de la Fundación Jorge Rey